En un intento de no permitir que esto muera sin más y por mor de lo cariacontecido que se muestra nuestro ciberlugar me he visto dispuesto a ofrecer algo más de vida escribiendo unas líneas que bien podrían significar la salvación de mi castellano en las “hóspitas” tierras estadounidenses. A decir verdad no creo que haya perdido mi lengua, ni siquiera que ello pueda ocurrir en un futuro ya que he estado, y me queda, una pixerada de tiempo. Este retorno se debe, pues, principalmente a (y con origen en) que esta mañana he descubierto que me empiezan a gustar los crispies yankees, en esencia una mezcla de polvos apelmazados que consiguen aumentarle a uno las ganas de ir al vater.
Exponencialmente acongojado he querido dar retorno a mis gustos de otrora y no permitir una americanización que podría dar sentido a un nuevo sujeto a todas luces patético e indeseable. Así pues, me he hallado en la ardua tarea de analizar la situación a la cual tristemente me acojo, concluyendo que ya que ni José Mercé ni Eduardo Mendoza han conseguido evitar la incorporación de una peligrosa mezcla de mexicano e inglés americano a mi nuevo acento castellano, me encontraba en el momento inicial y por supuesto crítico de abandono lingüístico, por lo que me he visto forzado a escribir algo. Ahora voy a leerlo en voz alta para ver si ha funcionado. Ah! También he llegado a la conclusión de que no puedo escuchar más a José Mercé, sería horrible tener que añadir un deje jerezano a mi ya maltrecho acento.
3 comentarios:
Lluis, estimat, t'enyores?
De todas maneras creo que está bien que escribas un poco en el bloc porque, ciertamente, está algo adormecido.
Un beso i fins aviat
No tia Mar! Domes t'enyor a tu. Jajaja
La internete, los blogs, lasa webs y hasta los facebucs se adormecen siempre en verano, es normal, es la calor: ya volverá la guerra.
Lluis, t'anyoro.
Besos mil y mil i cientos
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