~ El parto de los montes: Una mujer de cierta edad

8 oct 2010

Una mujer de cierta edad

En la cotidianeidad y en las cosas sencillas hay a veces magníficos argumentos. Dejo aquí, y a ver qué os parece, un esbozo de la historia de mi rotura de brazo. Imaginaos que leéis el soberbio cuento de Herman  Melville titulado Bartleby el Escribiente, y a quien no lo haya leído aconsejo encarecidamente que lo lea. Respecto a mi historia, cito aquí los hechos reales tal cual ocurrieron, sin cuento ni literatura, aunque creo que podré concvertirlo en una interesante historia. Acepto sugerencias.

Soy una mujer de cierta edad que ha sufrido en el último año una enfermedad con tratamientos duros y farragosos. A fin de evitar caer en la incapacidad física y el desánimo espiritual, desde finales del mes de mayo de 2010, todos los días de la semana sin excepción, incluidos festivos y fines de semana, salgo de casa a las seis y media de la mañana para ir a caminar y realizar ejercicio durante dos horas. Regreso sobre las ocho y media y acostumbro a ir a desayunar a casa de mi madre, muy cerca de mi domicilio, antes de volver a mi propia casa. Digo esto para que se sepa que mi estado de forma es bueno, y no ha sido por torpeza o poca aptitud física por lo que sufrí el accidente que ahora denuncio.


Me caí en la calle Unió a la altura del nº3, que es la fachada principal completa del Casal Balaguer y al que en delante me referiré como "el citado tramo", al tropezar en un agujero enorme de la acera poco antes de las 10:00 de la mañana del día 30 de septiembre, cuando regresaba a mi casa después de visitar a mi madre. El accidente ocurrió así:


Caminaba por el citado tramo de la calle Unió a pocos pasos ya del cruce de la calle de Ca’n Serinya, ruta por la que habitualmente accedo a mi domicilio en la Calle de La Palma. Recientemente han estado realizándose en el casal de Ca’n Balaguer algunas obras de reforma en el interior y también en la fachada, y para facilitarlas habíase instalado un complejo andamiaje que ocupó durante meses todo el largo de la acera en aquel tramo y buena parte su anchura, al menos la mitad más alejada de la vía publica, impidiendo así a los viandantes transitar por aquel epacio. Aquel andamio acababa de ser retirado, es por esto que aunque yo anduviera aquel día por el camino habitual de acceso a mi domicilio, desconocía el mal estado del citado tramo.


Caminaba -como suele ser habitual- sin mirar al suelo, por lo que no pude ver el agujero en la acera, metí en él un pié y tropecé. Aunque trastabillé e intenté mantener el equilibrio, me resultó imposible pues es un agujero hondo y largo, siendo así que también tropecé con el segundo pié y caí sobre la rodilla izquierda y la mano derecha. Sufrí un golpe fuerte en la rodilla, afortunadamente sin consecuencias al menos por el momento, y un dolor intenso y agudo en la muñeca derecha. Algunos viandantes me ayudaron a levantarme y reconociendo mi desasosiego se ofrecieron a acompañarme a algún sitio, pero estando tan cerca de mi casa y tan aturdida por el dolor, solo quería llegar y encontrar ayuda en algún miembro de mi propia familia. No se me ocurrió pedir a la amable gente que me socorría ningún dato que me hubiera permitido acudir ahora a ellos como testigos de lo que cuento.


Una vez en casa, llamé a mi hermano Pau, que estaba de vacaciones, y éste me acompañó al hospital de Son Dureta donde tras cuatro largas horas de espera e intenso dolor, me redujeron la fractura y escayolaron el brazo.

5 comentarios:

biel 8/10/10, 16:45  

Antonia, parece una instancia dirigida a los Servicios Técnicos del Ajuntament de Palma, no un cuento.

Sinceramente, siendo tú como eres de imaginativa, pienso que puedes ser más literaria.

Antonia 8/10/10, 17:38  

Bueno, es que esta es la parte de la instancia, la pura y sacrosanta realidad,los hechos crudos y desnudos, sin ambages, tal cual sucedieron.

Luego vendrá la parte enloquecida y truculenta, ya os contaré.

Pau 8/10/10, 19:41  

Queda pendent explicar què varem fer durant aquelles interminables 4 hores a les urgències de Son Dureta... resumint
1.- Donam dades a informació... esperam que ens cridin.
2.- Entram a traiatje... Surtin i els cridaran de trauma
3.- Entram a trauma... Surtin i la cridaran per fer una radiografia
4.- Entram a radiologia... vostè, diu un zelador dirigint-se a jo, esperi defora... Surti i la cridaran de trauma
5.- Entram a trauma... vostè, diu el mateix zelador dirigint-se a jo, surti defora, no és un familiar autoritzat... Enguixen, esperi defora... la cridaran de radiologia per una placa de control
6.- Entra a radiologia, jo, fart de que m'engeguin esper defora... Surti i la cridaran de trauma.
7.- Entra a trauma... Ja se'n pot anar a ca seva.

En definitiva, si te romps una munyeca, has d'invertir 4 hores i 7 entrades i sortides per a que t'ho arreglin. Qualque cosa no acaba de funcionar bé.

En Pep nostro 10/10/10, 21:40  

Res a veure amb en Bartleby.
Ell, en cas d'haver caigut, s'hagués negat a relatar el fet.
- "M'estimaria més no haver de fer-ho..." seria la seva resposta.
Bartleby es lliure a la incapacitat fisica i el desanim espiritual, hi cau per pròpia voluntat.
El conte, que ja fa anys que vaig llegir i ara he recordat, forma part del recull de relats de "la biblioteca de Babel", colecció de literatura fantàstica seleccionada per J.L. Borges; una meravella impagable.
Tu, per la teva constància, més sembles el capità Ahab.

Antonia 11/10/10, 11:30  

No se cert si es constancia en curarme o en ferirme, pero sembla que constant si que ho som. Ara mateix som a l'hospital, m'han fet análisis i un ecocardiograma, diu el cardioleg que tenc el cor estupendament be. Ara vaig a oncología ... Escric aixo en l'ipod, cansa molt. Fins llevors, feis bondeta.

Publicar un comentario

Escribe tu comentario