(Clicar sobre la imagen para verla en una definición óptima)
En el fondo de la imagen se ha pintado una atmósfera densa en la que un cielo pálido cubre una tierra pálida y nevada. La crudeza del tono y la gradación de color establecida entre el cielo y las colinas nevadas, ponen de manifiesto la habilidad técnica de los artistas acentuando el relieve, los distintos planos y los detalles y dando a lugar a una original perspectiva atmosférica muy poco frecuente en la época en que se pintó esta lámina.
En la distancia una aldea duerme entre dos colinas bajo la nieve que se acumula en los tejados de las casas de piedra que rodean la iglesia de alto campanario: sin duda se trata de un pueblo próspero probablemente ubicado en los dominios del Duque de Berry, lo que pone de manifiesto la intención del mecenas por acentuar la imagen de buen gobierno sobre sus tierras y sus gentes. Un arriero se dirige con paso cansino hacia el pueblo llevando el burro cargado con las mercancías que tiene intención de vender en el mercado.
En el primer plano está representada con todo lujo de detalles y meticuloso cuidado, una granja de campesinos mucho más acomodados de lo habitual en la época en los campos de Francia:
El silo, el palomar, las colmenas, el carro, los barriles, el aprisco bien lleno de ovejas y cabras, la casa y la misma perfección del recinto empalizado. Todo ello demuestra que la familia dispone de reservas alimenticias de muy buena calidad y una abundante reserva de proteínas para pasar el invierno.
Poco es el trabajo que se puede realizar en un mes tan frío; cerca de la granja un hombre joven tala los árboles y acumula haces de leña que necesitará quemar en la chimenea del hogar. Otro hombre, cubierto hasta la cabeza con su capa de lana basta y sin teñir, regresa a casa soplándose las manos, con paso vivo y aspecto de tener prisa por llegar y acomodarse ente el fuego.
Los aldeanos medievales desarrollaban pocas actividades en el interior de sus casas, apenas las usaban como dormitorio y cocina y en ellas, por poco que pudieran permitírselo, ardía un buen fuego en invierno.
En el hogar de nuestros campesinos de febrero luce una gran fogata y dos habitantes inmodestos, hombre y mujer ¿quizás los abuelos?, calientan ante él sus mal llamadas vergüenzas- mal llamadas digo, pues es claro que no están precisamente avergonzados de mostrarlas-. Se trata de una de esas imágenes pícaras tan encantadoras y frecuentes en la pintura y en los relieves tardo-medievales.
Todo en esta imagen invernal está lleno de detalles cotidianos que si se observan con atención aportan mucha información tanto sobre la vida invernal del campesinado francés acomodado como de la habilidad, maestría y perfección del arte de sus autores.
_____________________________
Como siempre, me alegraré si os ha gustado. Podéis ver más imágenes en
http://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Très_Riches_Heures_du_Duc_de_Berry
5 comentarios:
Antonia, leo con mucho interés tus artículos, pero no los comento porque no estoy a la altura. Son demasiado intelectuales y elevados para mi modesto nivel cultural
A mi me pasa lo mismo, que pena! pero estoy encantada de leerlos así quiza en un periodo de tiempo (no sabría decir cuanto) sino a la alura al menos seré más rica intelectualmente hablando claro, por que monetariamente parece que voy de mal en peor. Cuando el dinero falla parece que el enriquecerme intelectualmente se me hace más necesario ¿porque sera?. Será que me hace sentir menos cutre.
No son textos muy intelectuales ni cultos, lo que pasa es que son temas de interés minoritario, pero como son muy bonitos y los escribo para mi blog de Valdeperrillos, los pongo aquí también porque creo que os gustarán. Muchas de las cosas que pongo aquí están escritas hace tiempo, voy seleccionando las que no son demasiado largas y creo que puedan gustaros.
Y si os gustan, me alegro.
Antonia, propongo que cuando vayas a publicar un artículo sobre algo (tú o quien sea), lo anunciéis previamente, y señaléis biblografía o enlaces en los cuales uno pueda instruirse... En fin, para poder así comentarlo.
Por ejemplo, acabo de leer un artículo en Historia y Vida sobre Cristóbal Colón, y me he quedado asombrado del personaje. Un tipo que estaba convencido de una idea y que no paró hasta que alguien le hizo caso, y lo más increible es que descubrió América y murió sin saberlo. Es algo como subir el Everest y no saber que lo has subido, o que llegas a la Luna y no lo sabes,y todo ello, que has embaucado a toda un nación a dicha aventura. Es que me parece increible que esto haya pasado. Colón es un personaje hitórico muy interesante. El articulista dice: "Colón era muy inteligente, y probablemente estaba loco...". Yo pienso que era un tipo con un coraje y una confianza n sí mismo muy de admirar.
Biel, yo creo que lo planteas mal. Yo preparo un tema sobre lo que es mi especialidad en el ámbito del conocimiento teórico y os lo cuento porque son temas curiosos, interesantes y bonitos. Vosotros los leéis y si os gustan todos salimos ganando.
Si tuvieras que estudiar o prepararte el tema te hartarías enseguida. Otra cosa es que quieras conoerlo más a fondo, si es así te aportaré encantada referencias y bibliografía.
Límitate a disfrutar de lo que escribo y el mejor comentario, de calle, es ¡me ha gustado, qué interesante! Entonces yo me animo y sigo documentando y escribiendo cosas sobre arte e historia que es lo que me gusta hacer.
Sobre lo que dices de Colón y en general de los aventureros intrépidos, descubridores, exploradores y demás, tengo hecho y publicado un estupendo trabajo de cartografía. Pero este sí que es muy especializado y no me parece oportuno ponerlo aquí. Si te interesa verlo lo encontrarás en
http://valdeperrillos.com/books/cartografia-historia-mapas-antiguos
Publicar un comentario
Escribe tu comentario