Joan Timoneda termina así la segunda parte de su libro de cuentos titulado "Sobremesa y alivio de caminantes" (1569)
Cuento lxxij.
Viendo uno que era tan buen razonador que él mismo no se entendía, tanto que, estando en conversación muchos amigos suyos en sobremesa contando cuentos y que en acabar de contallos todos se rehían, púsose a contar un cuento que, quando le huvo acabado quedó tan frío que ninguno se rió. Viendo que ninguno se commovía a reyr, dixo: "Ya hos podéys començar de reyr, señores, que yo ya he acabado de contar mi cuento."
Deo gratias.
30 dic 2009
Sobremesa y alivio de caminantes
Publicado por
Antonia
en 22:47 Etiquetas: Literatura
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