~ El parto de los montes: Insomnio

21 mar 2010

Insomnio

¡Oh, quieran los dioses resolver a mi favor el cruel destino de una larga noche de insomnio!

Despierto en la madrugada escuchando voces en la calle, tan cerca de mi balcón que podrían estar hablando conmigo, pero no les entiendo. Ciudad turística, verano. Extranjeros sin duda zanjando su noche de farra en un extraño idioma al pie de mi ventana. Una jerga perversa la suya, que me impide conciliar el sueño.


-dammit, hvad der gør varme
-der er fugt til
-Tage et par øl
-Jeg tog en pedal, som jeg har
(griner)
(mere latter)
-Hvis du og din gamle hjem betaler cut

Me asomo a la ventana, son tres chicos jóvenes, demasiado jóvenes, con los ojillos achispados, demasiado achispados.

-Shhhhhhhh- digo, sabiendo que no entenderán el habitual ¡a callar, malditos!

Levantan los ojos y me ven. Sonríen. Nada en su aspecto conduce a pensar que procedan de tierras lejanas, cualquier de ellos podría ser el nieto de mi vecino o el hijo de mi cuñada.

-shhhhhhhhhhhhh- repito

-Et synspunkt har vakt? jajajaja forgiveth- responden

Se ríen, ¡perros de la noche!, se están burlando de mí. Desecho el amable bisbiseo que he proferido en respetuoso idioma mundimundial, y decido cantarles claramente las cuarenta en la lengua en que mejor me expreso, ¡ya verán los desdichados cuando lance mi maldición!

Ni corta ni perezosa grito lo que estoy pensando:

-En lydløs, forbandet, syge-ray vil blive delt, og at tænderne vil falde, vil du korrupte livmoderhalsen, du lugter din armpits ...


(...)

No tengo palabras para explicar lo que sentí al escuchar mi perorata. Se me paralizaron los pulsos, se me perdió la color, se me enturbiaron los ojos, se me quebró la razón...

Ya no conseguí volver a dormirme, no paré de decirme cosas y fuera lo que fuera lo que dijera, la jerga resultante era tal que no podía entender lo que decía. Encendí la radio y no pude entender lo que escuchaba, cogí un libro y no pude leer lo que ponía. Recordé que tenía un comic sin texto, solo dibujo: las imágenes estaban al revés o caídas sobre el costado o boqueando como peces de colores en una pecera sin agua.

¡Oh, quieran los dioses resolver a mi favor tanto desatino!

1 comentarios:

En Pep nostro 21/3/10, 19:21  

Tu mateixa ho has dit. Domés era estiu, calor i quatre danesos un poc gats.
Te passares un poc desitjant que perdessin ses dents, els seus colls uterins es corrompessin i, sobre tot, que ses aixelles lis fessin pudor.
Amb aquestes imprecacions no recuperarem l'economia turística.

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